Un tumor cerebral es un grupo (masa) de células anormales que empieza en el cerebro.
Este artículo se enfoca en los tumores cerebrales primarios en los niños.
Ependimoma en niños; Glioblastoma multiforme en niños; Glioma en niños; Astrocitoma en niños; Meduloblastoma en niños; Meningioma en niños; Neuroglioma en niños; Oligodendroglioma en niños; Tumor cerebral cancerígeno primario en niños
La causa de los tumores cerebrales primarios se desconoce. Estos tumores pueden:
Los tumores cerebrales se clasifican con base en:
Los tumores cerebrales pueden destruir directamente células del cerebro y también pueden provocar daño indirecto a las células al comprimir otras partes del cerebro. Esto lleva a que se presente hinchazón e incremento de la presión intracraneal.
Los tumores pueden presentarse a cualquier edad, pero muchos son más comunes a cierta edad. La mayoría de los tumores cerebrales son raros en el primer año de vida.
TIPOS COMUNES DE TUMORES
Los astrocitomas generalmente son quistes no cancerosos, de crecimiento lento y se presentan más comúnmente en niños en edades de 5 a 8 años.
Los gliomas del tronco del encéfalo ocurren casi exclusivamente en niños y la edad promedio de aparición es aproximadamente los 6 años. El tumor puede crecer hasta alcanzar gran tamaño antes de presentarse los síntomas.
Los ependimomas se localizan en pequeños pasajes (ventrículos) en el cerebro. Estos tumores pueden bloquear el flujo del líquido cefalorraquídeo (LCR).
Los meduloblastomas son el tipo más común de cáncer cerebral en la infancia, ocurren con más frecuencia en niños que en niñas, por lo general alrededor de los 5 años. La mayoría de los meduloblastomas se presentan antes de los 10 años.
Los síntomas pueden ser sutiles y sólo empeoran de manera gradual o pueden ocurrir muy rápidamente.
Los dolores de cabeza probablemente son el síntoma más común. Los patrones que pueden ocurrir con los tumores cerebrales abarcan:
Los pacientes con tumores cerebrales pueden tener una convulsión y éste puede ser el primer signo o síntoma.
Algunas veces, los únicos síntomas de tumores cerebrales son cambios mentales que pueden abarcar:
Otros posibles síntomas son:
El médico llevará a cabo un examen físico. Los bebés pueden tener los siguientes signos físicos:
Los siguientes exámenes se pueden utilizar para detectar un tumor cerebral e identificar su localización:
El tratamiento temprano con frecuencia mejora la probabilidad de un buen desenlace clínico; sin embargo, dicho tratamiento depende del tamaño, tipo de tumor y de la salud general del niño.
Los siguientes son tratamientos para los tipos específicos de tumores:
Los objetivos del tratamiento pueden ser curar la enfermedad, aliviar los síntomas y mejorar la función cerebral o el bienestar del niño.
Se requiere la cirugía para la mayoría de los tumores cerebrales primarios y algunos se pueden extirpar totalmente. En aquellos casos cuando los tumores están muy profundos dentro del cerebro o se han infiltrado en el tejido cerebral se puede llevar a cabo la citorreducción quirúrgica, en lugar de extirparlos. La citorreducción quirúrgica es un procedimiento para reducir el tamaño del tumor sin extirparlo por completo.
En los casos en los que no se pueda extirpar el tumor, la cirugía aun puede ayudar a reducir la presión y aliviar los síntomas.
La radioterapia y la quimioterapia se pueden utilizar para ciertos tumores.
Otros medicamentos utilizados para tratar los tumores cerebrales primarios en los niños pueden ser:
Se pueden requerir medidas de bienestar y de seguridad, fisioterapia, terapia ocupacional y otras similares para mejorar la calidad de vida. Igualmente, los grupos de apoyo, las asesorías y medidas similares pueden ayudarle a la familia a sobrellevar la enfermedad.
La evolución del niño en realidad depende de muchos factores, entre ellos el tipo exacto del tumor. En general, aproximadamente 3 de cada 4 niños sobreviven al menos 5 años después del diagnóstico.
Se pueden presentar problemas del sistema nervioso y el cerebro a largo plazo a raíz del tumor en sí o del tratamiento. Los niños pueden tener problemas con la atención, la concentración o la memoria. También pueden tener problemas para el procesamiento de información, la planificación, la intuición, la iniciativa o el deseo de hacer cosas. Otros problemas comunes son la capacidad para permanecer organizados y concentrados en sus tareas. Los niños menores de 7 años (y sobre todo los menores 3 años) parecen tener el mayor riesgo de padecer estas complicaciones.
Los padres deben asegurarse de que los niños reciban los servicios de apoyo en el hogar y en la escuela.
Consulte con el médico si un niño presenta dolores de cabeza que no desaparecen u otros síntomas de un tumor cerebral.
Acuda a la sala de urgencias si un niño tiene una convulsión inusual o presenta repentinamente estupor (reducción de la lucidez mental), cambios en la visión o cambios en el habla.
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